Recuperando el ritmo

Mi vida sexual está llena de anécdotas. En principio porque desde que una se embaraza, todo cambia. No solo la intensidad de las relaciones interrumpidas siempre por los temores naturales a afectar al bebé en camino, sino porque el orden

El famoso pediatra

Las visitas al pediatra no son del todo tranquilizadoras como quisiera una madre preocupada por los pequeños detalles que suceden a diario con nuestro hijo. Y es que lo primero que queremos es que el médico nos dé explicaciones claras

Que le pasen el huevo…

Yo soy de las personas que no cree en temas como el “mal de ojo” o “el susto”, amén de otras creencias populares; pero mi madre y mi abuela sí. Probablemente las heredaron de sus ancestros. Un día aparece mi

Un chef para mi hija

Así las cosas, compré todas las revistas para bebés que hay en el mercado, inclusive encargué algunas a mis amigas que viajaban de aquí para allá. Consulté todas las páginas habidas y por haber en Internet, hablé con amigas más

Preguntas sin respuestas

Coherente con mis decisiones radicales, también decidí encargarme de la alimentación de mi hija, y eso a pesar de las recomendaciones de mis amigas, que lo que hacen es encargar la crianza de sus hijos a dos o tres nanas

Prohibida las visitas por quince días

La decisión de enfrentar la crianza de mi hija sola y no tener a la abuela cerca, porque había decidido que podía controlar la situación, no fue fácil. Prácticamente no tenía tiempo para nada, no dormía bien, me levantaba todas

Malditas estrías

Paralelamente a mi condición de madre abnegada, estaba también mi vida de empresaria que había dejado de lado y la verdad es que ya empezaba a sentir que me faltaba algo. Una cosa es asumir que eres madre y que

Lactancia y sexo no son compatibles

Una vez en casa, se siente la paz y tranquilidad que se necesitan para enfrentarse a los retos nuevos; bueno, al menos es lo que yo creí. No sabía que realmente allí es donde empiezan los problemas. Para empezar debo

Con Mikela en brazos

Cuando llegué a la clínica, ya estaba todo listo y preparado para mi operación. Sin duda alguna, ese fue un día muy especial; sabía que en pocas horas iba a tener finalmente a ese pequeño ser que había

¿Parto con dolor? ¡De ninguna manera!

Si el quinto mes de embarazo fue terrible por los dramáticos cambios que experimenté, el sexto fue una mezcla de todo. Me asaltó el instinto maternal y eso fue a partir de la visita al ginecólogo que me