Mami, ¿me das un sol?

Nosotras las mamás, siempre nos dejamos llevar por nuestros instintos a la hora de criar a nuestros hijos, pero también trasladamos lo que aprendimos de nuestros padres. Con el tema del dinero por ejemplo, mis padres nunca me dejaron manejarlo cuando era pequeña, ni mucho menos lo recibía. Recuerdo claramente que mi madre me decían: ‘El día que tú trabajes podrás manejar tu propio dinero’, ‘Los niños no deben tener dinero’…y a pesar de que trabajé desde muy pequeña, el dinero íntegro llegaba siempre a manos de ella.

Hablo de este tema, pues mis hijos que ya tienen 6 y 9 años, me piden de vez en cuando antes de ir al colegio: ‘Mami, nos das dinero para comprarnos un dulce en la cafetería’.  Inmediatamente el disco duro de mi cerebro reacciona y replica exactamente lo que me decía mi madre. ‘Los niños no deben tener dinero’…Y Mauro, mi esposo, tiene la misma postura que yo. Así que para darles gusto a nuestros hijos, por lo menos un día a la semana, decidimos dejar una suma de dinero en la cafetería del colegio para que ellos pidan los días viernes, algo que les guste o provoque.

Pero conversando del tema con algunas amigas mamás, una de ella me dijo algo que tenía sentido: ‘Rocío, no es malo que ellos manejen su propio dinero, siempre y cuando no sean sumas exageradas, pero tú debes enseñarles a ganárselo con propio esfuerzo’.

Así que desde hace algún tiempo, mis hijos esperan ansiosos los fines de semana porque ya saben que mamá les tiene una lista de cosas para hacer y se ganan su propio dinero. Ellos me dicen: ‘Mami que debemos hacer para ganarnos un sol’. Y yo les doy algunas labores y al final cuando verifico que las terminaron, le pago a cada uno.

Pero antes de empezar con este sistema, me preocupé en comprar a cada uno divertidas alcancías, donde van guardando sus monedas.

Es más, cuando saber que se acerca alguna fecha muy especial, piden más trabajos. Por eso, Mikela y Matteo se sintieron muy importantes cuando le pidieron a mi esposo que los llevara a Wong para comprarle flores a mamá por su cumpleaños.

Esta es una experiencia que tal vez les puede servir a ustedes, pues a mí me ha resultado y creo que en el fondo, estoy promoviendo en ellos no sólo el buen hábito del ahorro, sino de trabajo y esfuerzo.

Ahora, les dejaré una lista, de los trabajos que encargo a mis hijos en casa a mis hijos para que ganen su propio dinero:

• Acomodar los abarrotes que trae mamá del supermercado en su sitio.
• Lavar los individuales.
• Limpiar los zapatos de papá con un trapo seco.
• Doblar y poner en su lugar las toallas que salen de la secadora.
• Tender la cama de mamá.
• Cambiar las bolsas en los tachos de basura de los baños.
• Limpiar las sillas de la cocina.