Perdí a mi hijo…y nació ‘Smiling’

#DiariodeMamis. Hola, yo soy Cesia, tengo 25 años, tengo un pequeño emprendimiento, que es Smiling ツ y soy mamá de 3 pequeños. Alep, mi hijo mayor, está en el cielo, se nos adelantó hace ya casi 2 años, es en honor a él, que nace este emprendimiento. Como madres, imaginarán lo difícil que fue para nosotros esa pérdida, la sola idea podría devastar su corazón, pero solo quien lo ha experimentado en carne propia puede saber realmente lo difícil que puede ser vivir y seguir después un golpe tan duro como este.

Podría explayarme en los detalles de todo este proceso doloroso, pero no deseo hacerlo, es muy duro para mí contar algo tan personal y triste, no hay palabras que puedan definir el dolor y la angustia que viví, que vivimos. Aún duele hablar de eso, de lo que quisiera hablar, es de como Dios, me guío en este tiempo, tal vez nadie más que Él, sepa realmente todo lo significa Alep para mí, tenía 4 años, 4 años de mi vida, en los que decidí ser solo su mamá, dejar los estudios, trabajo, ambiciones personales, y dedicarme enteramente a ser su mami, busqué opciones de negocio en casa, para no dejar a mi pequeño, juntos fuimos a clases de repostería, de costura, lo llevé a museos, bibliotecas, teatros, e hicimos un sinfín de cosas, y hay tantas que quedaron incompletas… Ser doctor, vender helados, pintar en las veredas del centro de Lima, actuar juntos, ir al parque para leer cuentos a los niños, planes nuestros, pero sé que hoy, cumple los planes de Dios y los planes de Dios son perfectos, aunque no entendamos el propósito.

Dios ha sido fiel y bueno, todo este tiempo, ha sido mi fortaleza, mi esperanza, sé que el cuida a mi pequeño, está seguro en sus brazos, y en su memoria y con un hermoso talento que Dios me ha dado, surge «Smiling». El tejido es una terapia relajante, es un arte y también un talento, comenzó con algo tan simple como un gorro, un gorro de alpaca para Rodrigo (mi segundo hijo y mi consuelo) y la sugerencia de mi mami, de hacerles un diseño para niños y exhibirlos en su tienda, aquí debo comentar, que nadie me enseñó a tejer, bueno el punto básico lo aprendo de mi mamá de niña, pero los diseños que hago, nacen desde mi mente y toman forma en mis manos, es meramente una habilidad que Dios me dio, no sé de qué otra forma explicarlo.

La idea de Smiling, es crear diseños divertidos, pero el fin, es llevar sonrisas, hacer felices a otros niños, con sus personajes favoritos, con materiales antialérgicos, con algo hecho con amor, de corazón. Alep decía que yo era una ‘Feliz’ así que pensé en nombrarlo «Happy» en un primer momento, pero lo último que hablábamos, era de hacer reír a los niños, con narices de payasos y cuentos, y recordé esa palabra en inglés que me enseñó mi hermana, «Smiling», así nace, con un dolor profundo, una habilidad, un pequeño que necesita a su mamá.

Smiling es mi emprendimiento, mi negocio, dónde no tengo horarios establecidos, dónde puedo decidir, ‘hoy no’, ‘hoy voy al parque con mis hijos’, ‘hoy voy vamos a ver a los abuelos’, ‘hoy vamos a pasear con papi’, es una bendición de Dios, poder disfrutar de mi familia, por eso y mucho más le agradezco.

Yo creo que Dios tiene un plan, y que soy parte de él, y mi historia es parte de ese plan, y creo que mi negocio también lo es, aún no lo descubro, pero sé que hay muchas mamás, que pasan por esto, y que creen que ya nada tiene sentido, que la vida no tiene más sentido, pues si lo tiene, yo he encontrado paz, esperanza y gozo después del sufrimiento, sí duele, aún duele, y dolerá, pero no siento la impotencia, la desesperación, la desesperanza que sentía, y Dios me ha dado nuevas alegrías y me ha enseñado a disfrutar de ellas, a sonreír, a ser feliz, porque la vida no se acabó, aunque así lo sentí, tal vez parezca locura y muchos no lo entiendan, pero lo que quiero es traerles una esperanza con esta historia, Rodri y Daniela (mi bebé de 7 meses) me dan alegrías cada día, mi esposo, mi familia, mis amigos, me hacen feliz.

Mi Dios realmente me da vida. Estas son algunas de sus promesas: «Así que él volverá a hacerte reír, y en tus labios pondrá una radiante sonrisa.» Job 8:21 RVC «Yo iré a él» II Samuel 12:23 NBD

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